XXIV. Tanhavagga ~ El Deseo
1. manujassa pamattacārino, taṇhā vaḍḍhati māluvā viya.
so plavatī hurā huraṃ, phalamicchaṃva vanasmi vānaro.
El deseo del hombre que actúa con negligencia crece como la enredadera māluvā. Él brinca de existencia en existencia como un mono buscando fruta en el bosque.
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2. yaṃ esā sahate jammī, taṇhā loke visattikā.
sokā tassa pavaḍḍhanti, abhivaṭṭhaṃva bīraṇaṃ.
A ése que en el mundo este vil y adherente deseo somete, sus pesares crecen como la hierba bīrana cuando ha llovido.
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3. yo cetaṃ sahate jammiṃ, taṇhaṃ loke duraccayaṃ.
sokā tamhā papatanti, udabinduva pokkharā.
Pero ese que en el mundo somete a este vil deseo, difícil de superar, sus pesares se desprenden como la gota de agua del loto.
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4. taṃ vo vadāmi bhaddaṃ vo, yāvantettha samāgatā.
taṇhāya mūlaṃ khaṇatha, usīratthova bīraṇaṃ.
mā vo naḷaṃva sotova, māro bhañji punappunaṃ.
Por lo tanto os digo: ¡Buena suerte a todos los aquí congregados! Excavad la raíz del deseo como el buscador de la raíz usīra [excava] la hierba bīrana. Que Māra no os destruya una y otra vez como la correntada al junco.
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5. yathāpi mūle anupaddave daḷhe, chinnopi rukkho punareva rūhati.
evampi taṇhānusaye anūhate, nibbattatī dukkhamidaṃ punappunaṃ.
Como el árbol, aunque cortado, crece de nuevo cuando la raíz está firme y no está dañada, así, cuando el deseo latente no ha sido aún erradicado, este sufrimiento surge una y otra vez.
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6. yassa chattiṃsati sotā, manāpasavanā bhusā.
māhā vahanti duddiṭṭhiṃ, saṅkappā rāganissitā.
En ese que las treinta y seis corrientes que fluyen hacia lo placentero son poderosas, a ése de visión incorrecta, los torrentes de pensamientos asociados con la pasión, lo arrastran.
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7. savanti sabbadhi sotā, latā uppajja tiṭṭhati.
tañca disvā lataṃ jātaṃ, mūlaṃ paññāya chindatha.
Las corrientes [del deseo] fluyen hacia todo. La enredadera, habiendo nacido, permanece. Viendo a esta enredadera nacer, cortad su raíz con sabiduría.
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8. saritāni sinehitāni ca, somanassāni bhavanti jantuno.
te sātasitā sukhesino, te ve jātijarūpagā narā.
Los placeres de una criatura están expandidos y enaceitados. Esos apegados al placer, que buscan lo placentero, esos hombres, en verdad, experimentan nacimiento y vejez.
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9. tasiṇāya purakkhatā pajā, parisappanti sasova bandhito.
saṃyojanasaṅgasattakā, dukkhamupenti punappunaṃ cirāya.
Las gentes, acosadas por el deseo, corren de lado a lado como una liebre entrampada; amarradas con ataduras y lazos, por mucho tiempo obtienen sufrimiento una y otra vez.
342
10. tasiṇāya purakkhatā pajā, parisappanti sasova bandhito.
tasmā tasiṇaṃ vinodaye, ākaṅkhanta virāgamattano.
Las gentes, acosadas por el deseo, corren de lado a lado como una liebre entrampada. Por lo tanto, anhelando la no pasión, uno mismo debería descartar el deseo.
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11. yo nibbanatho vanādhimutto, vanamutto vanameva dhāvati.
taṃ puggalametha passatha, mutto bandhanameva dhāvati.
Ése sin deseo, aficionado al bosque, liberado del bosque, corre [regresa] a ese mismo bosque. Venid y ved a este individuo; liberado, regresa a la misma sumisión.
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12-13. na taṃ daḷhaṃ bandhanamāhu dhīrā, yadāyasaṃ dārujapabbajañca.
sārattarattā maṇikuṇḍalesu, puttesu dāresu ca yā apekkhā.

etaṃ daḷhaṃ bandhanamāhu dhīrā, ohārinaṃ sithilaṃ duppamuñcaṃ.
etampi chetvāna paribbajanti, anapekkhino kāmasukhaṃ pahāya.
Los sabios dicen que una cadena de hierro, madera o fibra no es un vínculo fuerte. Dicen los sabios que estar enardecidos con pasión por joyas y ornamentos, y afición por hijos y esposas, es un vínculo fuerte, que arrastra hacia abajo, flojo [pero] difícil de desatar. Pero habiendo cortado éste, aquellos sin afición, abandonando el placer de la sensualidad, del mundo se van.
345-346
14. ye rāgarattānupatanti sotaṃ, sayaṃkataṃ makkaṭakova jālaṃ.
etampi chetvāna vajanti dhīrā, anapekkhino sabbadukkhaṃ pahāya.
Aquellos infamados por la pasión caen de nuevo en la corriente generada por sí mismos como la araña en la red. Pero los sabios, aquellos sin afición, habiendo cortado éste [vínculo], abandonando todo el sufrimiento, se van.
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15. muñca pure muñca pacchato, majjhe muñca bhavassa pāragū.
sabbattha vimuttamānaso, na punaṃ jātijaraṃ upehisi.
Abandona el pasado, abandona el futuro, abandona el presente; habiendo ido más allá de la existencia, con la mente liberada de todo, no irás de nuevo al nacimiento y la vejez.
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16. vitakkamathitassa jantuno, tibbarāgassa subhānupassino.
bhiyyo taṇhā pavaḍḍhati, esa kho daḷhaṃ karoti bandhanaṃ.
El deseo de la criatura perturbada por pensamientos de pasión intensa, que contempla lo placentero, crece mucho. En verdad, éste crea un vínculo fuerte.
349
17. vitakkūpasame ca yo rato, asubhaṃ bhāvayate sadā sato.
esa kho byanti kāhiti, esa checchati mārabandhanaṃ.
Pero ese que se deleita calmando los pensamientos, que siempre medita atento en lo desagradable, ése, en verdad, pondrá un fin [al deseo], ése cortará el vínculo de Māra.
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18. niṭṭhaṅgato asantāsī, vītataṇho anaṅgaṇo.
acchindi bhavasallāni, antimoyaṃ samussayo.
Ha alcanzado el objetivo; sin miedo, sin deseo, sin mácula, ha quitado las espinas de la existencia. Este cuerpo es el último.
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19. vītataṇho anādāno, niruttipadakovido.
akkharānaṃ sannipātaṃ, jaññā pubbāparāni ca.
sa ve 'antimasārīro, mahāpañño mahāpuriso'ti vuccati.
Sin deseo, sin agarre, experto en lenguaje y palabras, que comprende la combinación de letras, cuál precede y cuál sigue, éste, en verdad, se llama “uno en el último cuerpo, gran sabio, gran hombre”.
352
20. sabbābhibhū sabbavidūhamasmi, sabbesu dhammesu anūpalitto.
sabbañjaho taṇhakkhaye vimutto, sayaṃ abhiññāya kamuddiseyyaṃ.
Conquistador de todo, conocedor de todo, yo soy, no contaminado entre todas las cosas. He abandonado todo, estoy liberado por la destrucción del deseo. Habiendo comprendido por mí mismo, ¿a quién debería señalar [como mi maestro]?
353
21. sabbadānaṃ dhammadānaṃ jināti, sabbarasaṃ dhammaraso jināti.
sabbaratiṃ dhammarati jināti, taṇhakkhayo sabbadukkhaṃ jināti.
El don del Dhamma supera todo don; el sabor del Dhamma supera todo sabor; el deleite del Dhamma supera todo deleite; la destrucción del deseo supera todo el sufrimiento.
354
22. hananti bhogā dummedhaṃ, no ca pāragavesino.
bhogataṇhāya dummedho, hanti aññeva attanaṃ.
Las riquezas dañan al [hombre] sin inteligencia pero no a los que buscan la otra orilla. Ese sin inteligencia, por el deseo de riquezas, se daña a sí mismo como daña a otros.
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23. tiṇadosāni khettāni, rāgadosā ayaṃ pajā.
tasmā hi vītarāgesu, dinnaṃ hoti mahapphalaṃ.
Los campos tienen el defecto de la cizaña; esta humanidad, el defecto de la pasión. Por lo tanto, lo dado a aquellos sin pasión produce gran fruto.
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24. tiṇadosāni khettāni, dosadosā ayaṃ pajā.
tasmā hi vītadosesu, dinnaṃ hoti mahapphalaṃ.
Los campos tienen el defecto de la cizaña; esta humanidad, el defecto del odio. Por lo tanto, lo dado a aquellos sin odio produce gran fruto.
357
25. tiṇadosāni khettāni, mohadosā ayaṃ pajā.
tasmā hi vītamohesu, dinnaṃ hoti mahapphalaṃ.
Los campos tienen el defecto de la cizaña; esta humanidad, el defecto de la ignorancia. Por lo tanto, lo dado a aquellos sin ignorancia produce gran fruto.
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26. (tiṇadosāni khettāni, icchādosā ayaṃ pajā.
tasmā hi vigaticchesu, dinnaṃ hoti mahapphalaṃ.)
tiṇadosāni khettāni, taṇhādosā ayaṃ pajā.
tasmā hi vītataṇhesu, dinnaṃ hoti mahapphalaṃ.
Los campos tienen el defecto de la cizaña; esta humanidad, el defecto del deseo. Por lo tanto, lo dado a aquellos sin deseo produce gran fruto.
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