III. Cittavagga ~ La Mente
1. phandanaṃ capalaṃ cittaṃ, dūrakkhaṃ dunnivārayaṃ.
ujuṃ karoti medhāvī, usukārova tejanaṃ.
Fluctuante e inestable es la mente, difícil de guardar, difícil de controlar. El sabio la endereza como el flechero a la fecha.
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2. vārijova thale khitto, okamokataubbhato.
pariphandatidaṃ cittaṃ, māradheyyaṃ pahātave.
Así como el pez tiembla cuando es sacado de su morada acuática y arrojado en la tierra firme, de la misma forma la mente tiembla al abandonar el dominio de Māra.
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3. dunniggahassa lahuno, yatthakāmanipātino.
cittassa damatho sādhu, cittaṃ dantaṃ sukhāvahaṃ.
Bueno es el amansamiento de la mente que es difícil de contener, ligera, que aterriza en donde le place. La mente amansada trae felicidad.
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4. sududdasaṃ sunipuṇaṃ, yatthakāmanipātinaṃ.
cittaṃ rakkhetha medhāvī, cittaṃ guttaṃ sukhāvahaṃ.
El sabio debería proteger la mente que es muy difícil de percibir, muy sutil, que aterriza en donde le place. La mente protegida trae felicidad.
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5. dūraṅgamaṃ ekacaraṃ, asarīraṃ guhāsayaṃ.
ye cittaṃ saṃyamessanti, mokkhanti mārabandhanā.
Aquellos que contendrán la mente, que va lejos, que anda sola, incorpórea, que yace en una cueva, se liberarán del vínculo de Māra.
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6. anavaṭṭhitacittassa saddhammaṃ avijānato.
pariplavapasādassa, paññā na paripūrati.
La sabiduría de aquel de mente inestable, que desconoce el Dhamma verdadero, de fe vacilante, no se perfecciona.
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7. anavassutacittassa ananvāhatacetaso.
puññapāpapahīnassa, natthi jāgarato bhayaṃ.
No existe el miedo para el despierto cuya mente no está empapada [de pasión] ni golpeada [por el odio], para el que ha abandonado el bien y el mal.
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8. kumbhūpamaṃ kāyamimaṃ viditvā, nagarūpamaṃ cittamidaṃ ṭhapetvā.
yodhetha māraṃ paññāvudhena, jitañca rakkhe anivesano siyā.
Comprendiendo que este cuerpo es como un cántaro, guareciendo a la mente como una ciudad, uno debería luchar contra Māra con el arma de la sabiduría, proteger la conquista y permanecer sin apego.
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9. aciraṃ vatayaṃ kāyo, pathaviṃ adhisessati.
chuddho apetaviññāṇo, niratthaṃva kaliṅgaraṃ.
Realmente pronto este cuerpo yacerá sobre la tierra, desechado, sin conciencia, como un leño inservible.
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10. diso disaṃ yaṃ taṃ kayirā, verī vā pana verinaṃ.
micchāpaṇihitaṃ cittaṃ, pāpiyo naṃ tato kare.
Un ladrón haría esto o aquello a un ladrón, o un enemigo al enemigo, pero una mente mal dirigida le haría a uno más mal que esto.
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11. na taṃ mātā pitā kayirā, aññe vāpi ca ñātakā.
sammāpaṇihitaṃ cittaṃ, seyyaso naṃ tato kare.
Ni madre ni padre ni otros familiares harían esto [bueno]; una mente bien dirigida haría a él mejor que esto.
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