XI. Jaravagga ~ La Vejes
1. ko nu hāso kimānando, niccaṃ pajjalite sati.
andhakārena onaddhā, padīpaṃ na gavesatha.
¿Qué es la risa, qué es el júbilo cuando [el mundo] siempre está ardiendo? Envueltos en la oscuridad, ¿por qué no buscáis la luz?
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2. passa cittakataṃ bimbaṃ, arukāyaṃ samussitaṃ.
āturaṃ bahusaṅkappaṃ, yassa natthi dhuvaṃ ṭhiti.
Mira esta figura adornada, una pila de llagas, erguida, enferma, muy considerada; en ésta no hay estabilidad perdurable.
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3. parijiṇṇamidaṃ rūpaṃ, roganīḷaṃ pabhaṅguraṃ.
bhijjati pūtisandeho, maraṇantañhi jīvitaṃ.
Avejentada es esta materia, nido de enfermedades, putrefacta, este apestoso conglomerado se rompe porque la vida concluye en la muerte.
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4. yānimāni apatthāni, alābūneva sārade.
kāpotakāni aṭṭhīni, tāni disvāna kā rati.
Como calabazas descartadas en otoño son estos huesos blancuzcos. Habiéndolos visto, ¿cuál es el deleite?
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5. aṭṭhīnaṃ nagaraṃ kataṃ, maṃsalohitalepanaṃ.
yattha jarā ca maccu ca, māno makkho ca ohito.
Ciudad construida de huesos, cubierta de carne y sangre: Allí están depositadas la vejez y la muerte, la vanidad y la ingratitud.
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6. jīranti ve rājarathā sucittā, atho sarīrampi jaraṃ upeti.
satañca dhammo na jaraṃ upeti, santo have sabbhi pavedayanti.
Envejecen los bien decorados carruajes de los reyes, también el cuerpo llega a la vejez. Pero el Dhamma de los santos no envejece; esto los santos proclaman entre los santos.
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7. appassutāyaṃ puriso, balibaddhova jīrati.
maṃsāni tassa vaḍḍhanti, paññā tassa na vaḍḍhati.
Este hombre que ha oído poco, envejece como el buey; sus carnes aumentan, su sabiduría no aumenta.
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8-9. anekajātisaṃsāraṃ, sandhāvissaṃ anibbisaṃ.
gahakāraṃ gavesanto, dukkhā jāti punappunaṃ.

gahakāraka diṭṭhosi, puna gehaṃ na kāhasi.
sabbā te phāsukā bhaggā, gahakūṭaṃ visaṅkhataṃ.
visaṅkhāragataṃ cittaṃ, taṇhānaṃ khayamajjhagā.
He andado en el ciclo por muchos nacimientos, buscando sin encontrar al constructor de la casa. Nacer una y otra vez es sufrimiento.
¡Constructor de la casa, te he visto! No harás de nuevo la casa. Todas tus vigas están rotas; el techo de la casa, destruido. La mente ha ido a lo Incondicionado, alcanzó la extinción de los deseos.
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10. acaritvā brahmacariyaṃ, aladdhā yobbane dhanaṃ.
jiṇṇakoñcāva jhāyanti, khīṇamaccheva pallale.
No habiendo practicado la vida pura, no habiendo obtenido riqueza en la juventud, se consumen como garzas viejas en un lago agotado de peces.
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11. acaritvā brahmacariyaṃ, aladdhā yobbane dhanaṃ.
senti cāpātikhīṇāva, purāṇāni anutthunaṃ.
No habiendo practicado la vida pura, no habiendo obtenido riqueza en la juventud, yacen suspirando pasados, como [flechas] disparadas por el arco.
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